Escolares de Huétor Tájar donan más de 700 euros a familiares de enfermos de Alzheimer y al centro ocupacional ‘La Pirámide’

Igualdad

Los estudiantes del CEIP San Isidro de Huétor Tájar han hecho entrega de más de 700 euros a la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer y otras demencias del Poniente granadino Alpogra, y al Centro Ocupacional La Pirámide.

Se trata de la recaudación del proyecto educativo medioambiental “El libro del agua”, en el que han trabajado junto a sus profesores durante más de dos años y que incluyó la grabación de una película casera, que se estrenó el pasado mes de febrero.

Al acto de clausura de este proyecto, celebrado en las instalaciones del propio colegio, asistió la concejala de Educación en funciones del Ayuntamiento de Huétor Tájar, María Dolores López, además de Juan Ramón Molina, director del CEIP San Isidro, y el equipo de profesores y alumnos que participó en el rodaje de la película.

El dinero recaudado y donado a estas asociaciones hueteñas procede de la venta de merchandising de la película, así como de otras iniciativas solidarias puestas en marcha por los alumnos del centro, como la venta de manualidades en la pasada Feria del Libro.

Concienciar sobre el cambio climático

En el acto también se realizó un reconocimiento a Jonathan CR, un vecino de Huétor Tájar aficionado al cine que fue el encargado de grabar la película “El libro del agua”, en un rodaje en el que participaron más de de 500 escolares del CEIP San Isidro de entre 3 y 18 años.

Durante más de dos años y dentro de un proyecto educativo, los escolares hueteños y sus profesores grabaron este film, de más de 70 minutos de duración, que tiene como objetivo concienciar al espectador sobre los peligros del cambio climático y la necesidad de conservar nuestro planeta y el medio ambiente para las generaciones venideras.

Al estreno de la película, celebrada en febrero en el Palacio de Congresos de Granada, asistieron más de 1.600 espectadores, y durante la proyección también se vendió merchandising sobre la misma, como camisetas, chapas y portabocadillos para sustituir las bolsas de plástico o el papel de aluminio en la merienda del recreo.